Carmen soñaba con algo muy especial: asistir a la boda de su sobrina y ahijada.
Desde el hospital, comenzó un viaje lleno de ilusión hacia la Parroquia de Santa Ana, donde pudo presenciar la ceremonia en primera fila, arropada por familiares y amigos.
El momento más emotivo llegó cuando la novia le entregó su ramo, en un gesto lleno de amor y gratitud.
Después, Carmen, con su fuerza y alegría, también disfrutó de la celebración junto a los suyos.
Un deseo cumplido, una historia de amor y amistad que nos recuerda que la felicidad está en los pequeños grandes momentos.
Gracias al Hospital Muñoz Cariñanos de Sevilla por hacerlo posible.
Lola soñaba con volver a ver la playa, disfrutar de un paseo junto al mar y compartir una comida rodeada de su familia.
Y así fue…
Desde muy temprano, la recogimos en Cartagena, llena de emoción durante el traslado hacia el destino elegido: Los Alcázares, un lugar que conoce muy bien desde hace años y que ha sido testigo de momentos únicos junto a los suyos.
Ante la belleza y la calma del Mar Menor, Lola volvió a sentir la brisa marina y a recorrer el paseo marítimo acompañada por su familia y su cuidadora, que no se separaron de ella en ningún momento, asegurándose de que disfrutara cada instante.
¡Y qué gran idea! Hicimos una pausa para saborear unos deliciosos churros con chocolate, recargando energías antes de continuar con el paseo hasta la hora de comer.
Entre anécdotas y sonrisas, incluso nos colamos en una boda para saludar a la Virgen de la Asunción antes de reunirnos con sus sobrinos y hermanos, y disfrutar juntos de un rico menú italiano.
Fue un día lleno de risas, recuerdos y miradas de amor.
Lola volvió a disfrutar del mar, del sol y del abrazo de su familia.
Un día sencillo… pero lleno de vida.
Porque cumplir deseos no es solo un gesto: es regalar momentos que permanecen para siempre.
Liberio tenía un sueño muy claro: volver a sentir su tierra, Asturias.
Acompañado por su hijo y su nieta, emprendió un viaje cargado de emoción, fe y recuerdos.
Su primera parada fue en la Santa Cueva y la Basílica de Santa María la Real de Covadonga, un lugar que guarda parte de su historia y donde volvió a reencontrarse con la paz y la devoción que siempre le acompañaron.
Después, el camino los llevó hasta los Lagos de Covadonga, donde el murmullo del agua y el eco de la montaña parecían susurrarle los recuerdos de toda una vida.
Allí, con la mirada llena de emoción, Liberio volvió a sentirse parte de su paisaje.
Y como broche final, llegó el momento de ver el mar.
Ese mar del norte que tanto amó, que le habló de libertad, de raíces y de hogar.
Un viaje, tres generaciones y un deseo cumplido que ya brilla para siempre en la memoria.
Gracias a nuestros voluntarios Gunnar y Francisco por su entrega, energía solidaria y corazón.
Porque cada deseo cumplido es una historia de amor, vida y esperanza.
A veces, la vida nos regala momentos que se quedan grabados para siempre.
Cuando parece que ya lo has sentido todo, llega algo que te toca el alma y te recuerda lo que de verdad importa.
Rafael, un hombre lleno de fortaleza y amor, atraviesa una etapa difícil marcada por la enfermedad. A su lado, Patricia, su compañera de vida, ejemplo de lucha y ternura constante, y su hija Lucía, una luz brillante que ilumina cada día con su sonrisa.
Gracias a la Fundación Ambulancia del Deseo, su sueño se hizo realidad: celebrar su cumpleaños y el de su hija en PortAventura
Dejaron atrás por unas horas el hospital, la rutina y el peso de la enfermedad, para llenarse de risas, abrazos y emoción.
Ese día fue mucho más que una salida…
Fue una dosis de vida, de amor y de esperanza.
Porque los deseos no solo se cumplen…
Se sienten, se viven y se guardan para siempre en el corazón.
Gracias a todos los que hacen posible que historias como la de Rafael nos recuerden que la felicidad también viaja en ambulancia.
Esta jornada ha sido especial, ya que confluyeron dos situaciones especiales para la Fundación Ambulancia del Deseo:
Dentro del programa de las “III Jornadas de Humanización de la Asistencia Sanitaria del Principado de Asturias” ( enlace web de las jornadas: https://www.astursalud.es/…/iii-jornada-de-humanizacion…) , se desarrolló la conferencia inaugural “Si lo puedes soñar, nosotros lo podemos hacer realidad”, que tuvo como ponente a Juan Luis González Camblor, en representación de la Fundación Ambulancia del Deseo. Juan, cautivó a los asistentes con su exposición y patentó la frase: “Recetemos deseos”, algo que caló hondo en el sentir general.
Xosé Antón Martínez, conocido popularmente como Ambás, etnógrafo, músico y divulgador de la cultura tradicional asturiana, fue el encargado de cerrar las ponencias de las III Jornadas de Humanización de la Asistencia Sanitaria del Principado de Asturias. Su participación puso el broche final a un encuentro centrado en la importancia de cuidar no solo el cuerpo, sino también el alma, el vínculo y la palabra.
En ese marco tan especial, se hizo realidad un deseo compartido: el de Aladino, un paciente que anhelaba reencontrarse con Ambás, y el de Ambás, que deseaba volver a ver a Aladino, a quien había conocido durante una estancia hospitalaria. Porque, además de su faceta artística, Ambás es también enfermero, y fue precisamente en el hospital, donde ambos crearon un lazo profundo, humano, cercano y musical.
Su reencuentro en estas jornadas simbolizó la esencia misma de la humanización: la capacidad de la asistencia sanitaria para trascender el cuidado clínico y convertirse en una experiencia de encuentro, escucha y emoción compartida.
Entre miradas, recuerdos y melodías, Juan Luis González, Ambás, Aladino y nuestras voluntarias Yamira y Lucía, demostraron a los asistentes que la energía solidaria, la música y la empatía, también curan.
Alejandro es un peruano que, con tan solo 21 años, dejó su tierra para buscar un futuro mejor en Barcelona. Allí no solo encontró trabajo, sino también el amor de su vida, Rosa, con quien formó una preciosa familia.
Años después, la vida lo llevó hasta Granada, donde siguió trabajando con esfuerzo y alegría para darles a sus hijos el futuro que merecían.
Siempre fue un hombre activo, lleno de energía y con una sonrisa capaz de iluminar cualquier lugar. Pero un día, la ELA tocó su puerta… y su forma de vivir cambió para siempre.
Lejos de rendirse, su familia se unió más que nunca . Se apoyan, se cuidan y forman parte de AGRAELA, donde conocieron a personas increíbles que caminan junto a ellos.
Entre ellos, Marcelo, su enfermero, que cada día lleva alegría con su acento argentino-andaluz, y Belén, junto a muchos sanitarios más, que ayudaron a cumplir el gran deseo de Alejandro: ir a comerse una paella junto al mar en Carboneras
Después de año y medio desde el diagnóstico, y muchos meses sin poder salir de casa, llegó el gran día. El sábado, la brisa del mar acarició su rostro, sus pies sintieron de nuevo el agua salada y su corazón se llenó de vida.
Hubo sonrisas, abrazos, reencuentros y mucha ternura. Fue un día mágico que quedará grabado en todos nosotros.
Alejandro cumplió su deseo… y nosotros recibimos el mejor regalo: verlo feliz.
Gracias a estas personas maravillosas por recordarnos que la familia —la que nace y la que elegimos— es el motor que nos sostiene.
Porque como decían los mosqueteros:
“Uno para todos y todos para uno.”
Alejandro, que esos ojos sigan brillando y esos labios sigan repartiendo besos cada día.
El pasado 10 de octubre, tuvimos el enorme privilegio de acompañar a Isabel Inmaculada, ingresada en el Hospital San Lázaro de Sevilla , junto a su marido y su prima, para cumplir uno de sus mayores deseos: volver a sentir la brisa del mar y disfrutar de un día en la playa de Matalascañas.
Desde el primer momento, Inmaculada nos recibió con esa mezcla tan bonita de nervios y emoción, con una sonrisa que hablaba por sí sola . Su prima Isabel viajó con ella en la Ambulancia del Deseo, y durante el trayecto no faltaron las risas, las miradas cómplices y la ilusión que llenaba cada minuto.
Antes de llegar al mar, hicimos una parada muy especial en la Ermita de la Virgen del Rocío. Allí, Inmaculada pudo rezar, encender velas por su familia, sus amigos, su equipo médico y por todos los voluntarios que hacen posible estos momentos tan mágicos.
Cuando por fin llegamos a la playa… Inmaculada no podía contener la felicidad. Su sonrisa iluminaba todo a su alrededor. Bajo un techado de cañizos, disfrutamos de un día inolvidable lleno de cariño, risas y mucha vida.
Fue una jornada mágica e irrepetible, en la que Inmaculada saboreó cada segundo, cada ola, cada mirada. Y al despedirnos, su sonrisa nos recordó por qué hacemos lo que hacemos.
Queremos dar las gracias de corazón al personal de coordinación de la playa de Matalascañas por facilitarnos el acceso, y al Hospital San Lázaro, especialmente al equipo médico de Inmaculada.
Gracias a todos ellos, Inmaculada pudo vivir un día lleno de luz, amor y esperanza.
Este Sábado recogimos el «Premio Tejiendo Solidaridad» de la mano de la Asociación ADIS; que presentaba su Calendario Solidario 2026.
Una tarde cargada de emociones en un impecable evento en el que pudimos ver a los protagonistas de cada uno de los meses.
Muchas gracias a Lourdes Pérez y a toda la Asociación por elegir a la Fundación Ambulancia del Deseo para tan preciado reconocimiento, son muchas las asociaciones y fundaciones con carácter solidario que también se lo merecían.
Envuelto en el suave murmullo del motor, Agustín viajaba acompañado por su familia y por los recuerdos de toda una vida. Cada kilómetro recorrido en la Ambulancia del Deseo lo acercaba a su sueño más profundo: volver a Calblanque, el lugar donde había crecido, reído y amado.
A su lado, sus hijos y nietos compartían un silencio lleno de emoción… un silencio que hablaba de amor, de memoria y de gratitud.
Calblanque no era solo una playa para Agustín. Era su hogar, el escenario de veranos infinitos, de risas junto al mar y de días en los que la vida se sentía eterna.
Cuando las puertas de la ambulancia se abrieron, el aire salado del Mediterráneo lo envolvió. Ese aroma a mar y libertad lo transportó a aquellos años felices. Con ayuda de su familia y del equipo de la Fundación, llegó hasta la orilla. Allí, frente al horizonte, cerró los ojos y sintió:
el viento cálido, el rumor de las olas y el amor de los suyos abrazándolo.
No había dolor, solo paz y plenitud. En ese instante, Agustín no era un hombre al final de su viaje, sino el joven que jugaba con sus hijos en aquella misma arena dorada.
Miró a su familia, su mayor tesoro, y luego al mar que siempre le esperó. Supo entonces que su deseo se había cumplido: regresar a su pedazo de paraíso, con el sol brillando en su alma y la sal en el aire.
Gracias, Agustín, por recordarnos que cumplir un deseo no es solo un acto, es un regalo de amor y de vida.
Ismael y su familia partieron desde Navalcarnero rumbo a Cádiz, con una ilusión que se podía sentir en el aire. Su sonrisa, llena de vida, iluminaba el camino y contagiaba a todos los que le rodeaban.
A su lado, Caridad, su compañera de vida, demostró ser una incombustible luchadora, un ejemplo de fuerza y amor.
Les acompañaron Virginia, una enfermera contratada por Caridad que lleva trabajando con ellos desde hace siete años; cuya profesionalidad y ternura dejaron huella, y Bárbara, amiga de la familia, que aportó su cariño y apoyo incondicional durante aquellos días de descanso y felicidad.
Cádiz les recibió con su mejor cara: el sol, la brisa marina y esa luz dorada que hace que todo parezca posible.
Ismael disfrutó de cada instante: pasear por sus calles y plazas, descubrir sus rincones más emblemáticos, sentir el mar desde el paseo marítimo y contemplar el atardecer desde la terraza del hotel. Momentos sencillos, pero llenos de magia.
Al regresar a casa, Ismael y Caridad llevaban consigo un equipaje lleno de recuerdos imborrables y sonrisas compartidas.
Cádiz se convirtió en el escenario donde un sueño se hizo realidad, rodeado del amor, la compañía y la calidez de quienes le quieren.
Gracias a todos los que hacen posible que Deseos como el de Ismael se cumplan.
Porque cada viaje, cada sonrisa y cada instante vivido nos recuerdan que la vida está hecha de momentos que merecen ser soñados y compartidos.
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