María del Mar lleva Cádiz en el nombre… y en el alma. Sevillana de nacimiento, gaditana por herencia y sentimiento, ayer vivió un día que quedará grabado para siempre.
Gracias a nuestra fundación, cumplió su deseo: subir al escenario del Teatro Falla, ese que tantas veces vio desde el patio de butacas, y sentir el calor del carnaval arropada por su familia y amigos.
Paseó por su Cádiz bajo el sol, visitó la Catedral y su plaza, recorrió el paseo marítimo y llegó hasta la orilla de La Caleta. Allí, con una sonrisa inmensa, tocó el mar que tantas veces la abrazó, empapándose de sal y arena.
El día terminó bajo la sombra del ficus milenario, donde las ramas parecían emocionarse junto a todos los que la acompañaban.
Gracias a cada persona que aportó su granito para hacer realidad este momento único. Porque juntos, hacemos posible que los sueños se cumplan… y ayer, cumplimos el suyo y también el nuestro: verla feliz.




