María del Carmen, una jerezana con un espíritu indomable, había pasado 170 días en la unidad de cuidados intensivos del hospital de Jerez de la Frontera, luchando contra una tetraparesia y tenía el deseo de escapar por algunas horas de las cuatro paredes blancas del hospital y poder visitar su barrio y su gente.
Nos pusimos en marcha y la recogimos el 25 de mayo en el hospital junto con su hermano.
Fuimos a su barrio, donde la luz del sol iluminó su rostro y pudo respirar el aroma de las flores del mes de mayo.
Sus vecinos y amigos la recibieron con una gran sonrisa, muchos besos y abrazos, además su perrita ladraba de alegría al verla.
Después fuimos al Real de la Feria de Jerez de la frontera, donde el paseo de caballos, la música y el colorido de la feria la transportaron a su juventud.
Pudo disfrutar del ambiente festivo y la compañía de su hermano mientras veía el paseo de caballos.
Pero el día no había terminado, del Real de la Feria fuimos a la playa de Valdelagrana, donde la brisa del mar acarició su rostro, el sol brillaba sobre el mar y el sonido de las olas traían paz y tranquilidad.
Recorrimos el paseo marítimo y disfrutó de una tarde maravillosa con unas vistas envidiables.
Finalmente llegó el momento de regresar al hospital, donde le esperaba el personal de cuidados intensivos.
Ese día María del Carmen cogió la fuerza y la alegría necesaria para alcanzar la plenitud de su recuperación.
Agradecimientos por su colaboración a la unidad de cuidados intensivos del hospital de Jerez de la Frontera @ucijerez y @humanizandalucia_

