Lolina tiene 75 años. A los 3 meses de nacer, una parálisis en la pierna cambió su vida para siempre. Con el paso del tiempo, por una enfermedad crónica, acabó en silla de ruedas. Pero si hay algo que nunca cambió fue su energía, su alegría y su amor por la música… en especial por Manuel Carrasco. Desde casa lo veía en la tele, cantaba todas sus canciones y le gritaba con fuerza:“¡Guapo, guapo y guapo!” Y su hija pensó que algo tenía que hacer…
Su gran deseo era ir a un concierto suyo y ya si llegaba a conocerlo, sería un sueño cumplido. Gracias a la Ambulancia del Deseo, ese día llegó. Por primera vez en su vida, Lolina fue a un concierto. Se quedó sin palabras al ver tanta gente, tanto ambiente, tanta emoción. ¡Y no paró de cantar, gritar y disfrutar! Nos dijo con lágrimas en los ojos:“¡Es lo mejor que me ha pasado en la vida!”Y lo que ella no sabía es que al final del concierto… iba a conocer en persona a su ídolo.Manuel la abrazó, la llenó de besos, y ella no dejó de llorar de alegría. Ese día, Lolina fue inmensamente feliz. Y nosotros, al verla así, también.Nunca olvidaremos este deseo. Gracias por enseñarnos tanto, Lolina.Agradecer a todo el personal de seguridad, a la promotora Monkey Pro y LAs Noches de Malecón (en espacial a Marta y Alberto por su involucración y gran trato). Por supuesto agradecer tambien a Manuel Carrasco y a todo su equipo por ayudarnos a cumplir el deseo de Lolina. Y a nuestros voluntarios Carolina, Mercedes, Antonio y Carlos por hacerlo posible.

