Encarnación tenía un deseo muy especial: bañarse en la playa del Cristo, en Estepona. Y esta semana, ese deseo se hizo realidad.
Desde que llegó, su sonrisa lo decía todo… rodeada de cariño, atenciones y con su familia cerca, su hija y su nieta vinieron desde Holanda de vacaciones y compartieron este momento único.
Risas, abrazos, momentos compartidos y mucha emoción fueron los ingredientes de este día inolvidable. Su cuidadora, su familia y nuestros voluntarios estuvieron presentes en cada detalle, haciéndola sentir una persona muy especial.
Encarnación volvió a casa feliz, agradecida y con el corazón lleno.
¡Gracias de corazón a los voluntarios de nuestra fundación por hacer posible este precioso deseo!
Y gracias también a nuestros voluntarios y colaboradores: Cruz Roja Málaga, Ayuntamiento de Estepona, Fundación Cudeca, Forgeser Salvamento y Socorrismo, Policía Local de Estepona.