Skip to content

El deseo de Anselmo

Anselmo, su mujer y el mar.

Con la fuerza de quien lucha cada día contra una enfermedad avanzada, Anselmo tenía un último deseo: volver a sentir la brisa del Mediterráneo en su rincón del alma, las playas de Cullera.

Junto a su mujer, se puso en contacto con la Fundación Ambulancia del Deseo… y el viaje comenzó.

En la orilla no hicieron falta palabras. Una mirada, una caricia en la mano y una media sonrisa bastaron para iluminarlo todo.

El tiempo pareció detenerse: el amor, el mar y ese instante único nos recordaron lo verdaderamente esencial.

✨ Fue un recuerdo imborrable, un deseo cumplido, una historia que permanecerá siempre con nosotros.

Porque cumplir un deseo no es solo un gesto: es devolver esperanza, paz y sentido a quienes más lo necesitan.